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Departamento de Tesoreria

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Una obra sagrada.

 

El tesorero ha sido llamado a una tarea importante, y es elegido, al igual que los otros oficiales, por un período de uno o dos años, según lo determine la iglesia local.  En las iglesias grandes puede resultar aconsejable elegir tantos vicetesoreros como se necesite.
 

El tesorero puede incentivar grandemente la fidelidad en la devolución del diezmo y profundizar el espíritu de liberalidad por parte de los miembros de la iglesia. Una palabra de consejo dada con el espíritu del Maestro ayudar‡ al hermano o a la hermana a entregar a Dios con fidelidad lo que le pertenece en materia de diezmos y ofrendas, aun en tiempos de apretura financiera.
 

Es el custodio de todos los fondos de la iglesia.

 

El tesorero de la iglesia es el custodio de todos los fondos de la iglesia. Estos fondos son:

 

  • (1) fondos de la Asociación/Misión/Campo,

  • (2) fondos de la iglesia local, y

  • (3) fondos pertenecientes a los órganos auxiliares de la iglesia local.

El tesorero debe depositar todos los fondos (de la Asociación/Misión/Campo, la iglesia local, y los órganos auxiliares de la iglesia) en un banco o en una institución financiera en una cuenta abierta a nombre de la iglesia, a menos que la Asociación/Misión/Campo autorice otro sistema. Esta cuenta debe ser una cuenta bancaria separada, no debe juntarse con ninguna cuenta personal. El excedente de los fondos de la iglesia puede depositarse en una cuenta de ahorros con la autorización de la junta directiva de la iglesia. Cuando se mueven sumas elevadas destinadas a construcciones o a otros proyectos especiales, la junta directiva de la iglesia puede autorizar que se abran cuentas bancarias especificas para dichos proyectos. Tales cuentas, sin embargo, ser‡n manejadas por el tesorero.


Fondos de la Asociación/Misión/Campo.

 

Los fondos de la Asociación/Misión/Campo, que incluyen los diezmos, todos los fondos misioneros regulares y todos los fondos para proyectos especiales de la Asociación/Misión/Campo y las instituciones, son fondos en custodia. El tesorero de la iglesia, al fin de cada mes, o con m‡s frecuencia si as lo requiere la Asociación/Misión/Campo, debe enviar al tesorero de la Asociación/Misión/Campo la suma total de los fondos de la Asociación/Misión/Campo recibidos durante ese mes. La iglesia no puede tomar prestados, usar o retener esos fondos de las Asociación/Misión/Campo para ningún propósito.
 

Fondos de la Escuela Sabática.

 

El secretario-tesorero de la Escuela Sabática debe entregar semanalmente al tesorero de la iglesia todas las ofrendas de la Escuela Sabática para las misiones. El tesorero de la iglesia llevará un registro cuidadoso de todas esas ofrendas. Estos fondos misioneros deben remitirse a la oficina de la Asociación/Misión/Campo. Los fondos destinados a cubrir los gastos de la Escuela Sabática local son entregados al tesorero de la iglesia cada semana para que los mantenga en custodia, sujetos a las órdenes de la comisión directiva de la Escuela Sabática, para hacer frente a los gastos regulares de la Escuela Sabática.


Fondos de la Sociedad de Jóvenes Adventistas.

 

Los fondos de la Sociedad de Jóvenes Adventistas y los de la Sociedad de Menores son fondos
de cada sociedad que deben mantenerse separadamente en los libros de tesorería de la iglesia. Las ofrendas que se recojan en la Sociedad de Jóvenes destinadas a las misiones y a la obra general de la iglesia o a proyectos de la Asociación/Misión/Campo, deben entregarse al tesorero de la iglesia tan pronto como sea posible después de recibidas, para que las envíe al tesorero de la Asociación/Misión/Campo. Todos los fondos recogidos para solventar los gastos de la sociedad deben entregarse con prontitud al tesorero de la iglesia, quien los guardar‡ en custodia en nombre de la sociedad.
 

El tesorero de la iglesia desembolsar‡ el fondo de gastos de la Sociedad de Jóvenes Adventistas únicamente por voto de la comisión directiva de la sociedad. El dinero del fondo de gastos de la Sociedad de Menores lo desembolsar‡ por orden del líder de esa sociedad. Fondos locales de la iglesia. Los fondos de la iglesia local estén compuestos por los fondos para los gastos de la iglesia, los fondos para proyectos de construcción y reparación de la iglesia, y los fondos de la iglesia para los pobres y necesitados. Estos fondos pertenecen a la iglesia
local y los desembolsa el tesorero únicamente por autorización de la junta directiva de la iglesia o de la reunión administrativa de la misma. Sin embargo, el tesorero pagar‡ con dinero proveniente del fondo de gastos de la iglesia todos los gastos recurrentes autorizados por la junta directiva, tales
como alquiler, limpieza, agua, luz, combustible, seguro, cuotas de pavimentación, etc. El tesorero debe pedir y archivar los recibos de todas las cuentas pagadas.


Fondos de los órganos auxiliares.

 

Existen distintos fondos pertenecientes a los órganos auxiliares de la iglesia, tales como el fondo para los programas de la iglesia destinados a compartir la fe (actividad misionera), el de beneficencia (fondo para los pobres), el del departamento de Ministerios de la Familia, el de la Sociedad de Jóvenes Adventistas, el de la Sociedad Dorcas, el fondo para gastos de Escuela Sabática, la parte de los fondos del departamento de Ministerios de la Salud que pertenece a la iglesia local, los fondos de la escuela de la iglesia, etc. Todo dinero recibido por esos órganos y para esos órganos debe entregarse prontamente al tesorero de la iglesia por parte del secretario del órgano auxiliar correspondiente, o por los diáconos. Esos fondos pertenecen a los órganos auxiliares de la iglesia, y pueden desembolsarse únicamente por orden del órgano auxiliar al que pertenecen.


El tesorero debe extender un recibo por todos los fondos recibidos, incluyendo los depositados en la tesorera por cualquiera de los órganos auxiliares de la iglesia. Y, recíprocamente, cuando el secretario de uno de esos órganos recibe dinero del tesorero de la iglesia, dicho secretario debe
darle el correspondiente recibo al tesorero.


Salvaguardando el propósito de los fondos.

 

Cuando se toma una ofrenda para las misiones mundiales o para cualquier proyecto general o local, todo el dinero colocado en el platillo de las ofrendas pasa a formar parte de esa ofrenda particular, a menos que el donante indique otra cosa. Es importantísimo que todas las ofrendas y los donativos dados por las personas a la iglesia para un fondo específico o un propósito definido, se usen para ese propósito. Ni el tesorero de la iglesia ni la junta directiva de la iglesia tienen autoridad para desviar ningún fondo del objetivo para el cual fue dado.


Los fondos de los órganos auxiliares, de los cuales una considerable proporción está constituida por donativos dados para propósitos específicos, se recaudan para la parte específica de la obra de la iglesia del correspondiente órgano auxiliar. Estos fondos los mantiene en custodia el tesorero de la iglesia y no pueden tomarse prestados o, en alguna forma, desviados por el tesorero o por la junta directiva de la iglesia, del objetivo para el cual fueron recaudados.


Cuando se descontinúa un órgano auxiliar, la iglesia, en una reunión administrativa regular, puede tomar un voto disponiendo del saldo que exista en la cuenta de ese órgano auxiliar.


Dinero para los pedidos personales de publicaciones.

 

El dinero para los pedidos personales de publicaciones, libros, folletos, revistas y suscripciones
a revistas, se lo ha manejado a través del tesorero de la iglesia en las regiones donde no hay una librera adventista.
 

En las regiones donde no existe una agencia de publicaciones denominacional, los miembros de la iglesia pueden colocar el dinero para los pedidos personales de publicaciones, libros, folletos, revistas y suscripciones a las revistas en un sobre, con el pedido debidamente hecho, y entregarlo

al secretario de Ministerios Personales. El tesorero de la iglesia remite entonces el pedido y el dinero a la agencia de publicaciones denominacional de la Asociación/Misión/Campo, o a la casa editora, de acuerdo con el sistema que haya sido adoptado por la Asociación/Misión/Campo. Al final de cada trimestre, el secretario de Ministerios Personales debe presentar un informe a la iglesia, en su reunión administrativa trimestral, informándola del estado de su cuenta con la agencia de publicaciones y/o la casa editora, y entregar una copia al tesorero de la iglesia.

 

Método adecuado para que los miembros entreguen sus diezmos y donaciones.

 

El tesorero debe insistir en que todo el dinero que los miembros entreguen a la iglesia, fuera de las ofrendas regulares que se recogen "sueltas", lo coloquen en los sobres de diezmos y ofrendas, instruyendo a cada miembro para que anote en la lista impresa en el sobre cuánto da y para qué lo da, y se asegure de que el dinero incluido en el sobre coincida exactamente con el total anotado. Los miembros deben colocar su nombre y dirección en el sobre, colocándolo luego en los platillos de la ofrenda, o bien entregarlo personalmente al tesorero. El tesorero debe conservar esos
sobres como comprobantes hasta que el auditor de la Asociación/Misión/Campo revise las cuentas.


Los miembros que devuelven sus diezmos y ofrendas con cheques o giros postales, donde eso es legalmente posible, deben extender esos cheques o giros postales a la orden de la iglesia, y no a la orden de alguna persona.
 

Recibos extendidos a los miembros.

 

El tesorero de la iglesia debe entregar prontamente a quien corresponda recibos por todas y cada una de las sumas de dinero recibidas por la iglesia, por pequeña que sea la cantidad, conservando estricta cuenta de todos los ingresos y pagos. Todas las ofrendas generales que se recogen "sueltas" deben ser contadas por el tesorero en presencia de otro oficial de la iglesia, preferiblemente un di‡cono, extendiendo un recibo a tal oficial.


Método correcto para remitir los fondos a la Asociación/Misión/Campo.

 

El tesorero de la iglesia, al enviar las remesas de fondos al tesorero de la Asociación/Misión/Campo, debe hacer todos los cheques o giros a la orden de la Asociación/Misión/Campo, donde eso sea posible legalmente, y no a la orden de una persona en particular. Debe incluir con la remesa la hoja duplicada del libro de tesorera de la iglesia. Los formularios para las remesas son proporcionados por la Asociación/Misión/Campo.
 

Conservación de los comprobantes.

 

Deben conservarse los documentos financieros, tales como comprobantes, facturas o constancias de pago, por todos los fondos recibidos o desembolsados, de acuerdo con el sistema autorizado por la Asociación/Misión/Campo local.
 

Los libros deben ser revisados.

 

 El tesorero de la Asociación/Misión/Campo, o alguna otra persona designada por la junta directiva de la Asociación/Misión/Campo, debe revisar los libros de tesorera de las iglesias locales, generalmente cada año. Estos libros y los demás registros relativos a la obra del tesorero de la iglesia, del tesorero de la escuela de la iglesia y del tesorero de cualquier otro órgano o departamento, pueden ser pedidos e inspeccionados en cualquier momento por el auditor de la Asociación/Misión/Campo, por el pastor, por el líder del distrito, por el primer anciano de la iglesia o por cualquiera otra persona designada por la junta directiva de la iglesia, pero, fuera de ellos, no deben facilitarse a persona alguna no autorizada.


En las reuniones administrativas regulares de la iglesia se deben presentar informes de todos los fondos recibidos y desembolsados. Debe darse una copia de dichos informes a los principales ofíciales de la iglesia.
 

Cuando se informa el número de personas que devuelven sus diezmos a la iglesia, la esposa y los hijos menores que no tienen entradas, pero que son miembros de la iglesia, también deben ser contados como diezmeros, además del jefe de la familia, cuando se sabe que él es fiel en esto.
 

Las relaciones con los miembros son confidenciales.

 

El tesorero debe recordar siempre que sus relaciones con cada uno de los miembros son estrictamente confidenciales. Debe tener cuidado para no hacer jamás comentarios sobre el diezmo devuelto por algún miembro, o sobre las entradas, o sobre cualquier otra cosa que se relacione con esto, excepto con los que comparten la responsabilidad de la obra con él. Puede causarse mucho daño si no se observa esta norma.